"Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo."

viernes, 11 de marzo de 2011

Cuento de Metrobús

Esta es la historia de un niño que creía en el metrobus.Tenía el sueño de montar en el transporte público y poder viajar al menos 10 veces por un precio más o menos accesible.Soñaba incluso que podía tener un formato reducido y funcional.Soñaba montandose en el metro lleno de gente,con ese olor peculiar,esas miradas bovinas y ese agobio en hora punta.Soñaba que después de esa experiencia subterranea incluso podría relajarse con el autobus de la Emt y que podría pelearse con alguna vieja por conseguir algún sitio.Ay,la vida es sueño!Que bonita las ilusiones infantiles!Y sin darse cuenta llegó el día de probar ese gran invento:El metrobus.
Apenás durmió esa noche con los nervios de lo desconocido y la ilusión de la sorpresa pero al levantarse vio los informativos y el consejero de transportes de la comunidad de Madrid,Ignacio Echeverría, le truncó su sueño.”El metrobus no existe”.
El pobre niño no pudo evitar llorar totalmente desquiciado,con su sueño roto y recordó los momentos donde descubrió que ni Papa Noël,ni los Reyes magos,ni el Ratoncito Perez y ni siquiera Bob Esponja eran reales.Se sintió defraudado y harto de tanta mentira y tanta desilusión.
Su padre no paraba de decirle que el metrobus existía,incluso le sacó uno de su bolsillo que el día antes había comprado,pero el niño no cayó en la trampa.Decidió no volver a fiarse de su padre:era gentuza y un embustero.
Lo había dicho el consejero de transporte de la Comunidad de Madrid, ni más ni menos....Joder, pensó el niño,es como si el presidente del gobierno no supiese inglés,o ministros sin carrera universitaria o ministras de cultura sin bagaje cultural....era imposible!
Ya no había marcha atrás,el niño sabía la verdad:El metrobus no existía.
Harto de tanta desilusión bajo a la calle y al ver aparecer un autobús de la Emt,con ese rojo intenso y dejando ese rastro negro de gases indescriptibles,ese mismo autobús con el que tantas veces había soñado,incluso en navidad le gustaba pensar que Rudolf era uno de esos autobuses,decidió lanzarse y acabar con su joven vida.

Fin

Dedicado a todos los políticos que además de no estar al nivel de los simples mortales,ellos claro van a la peluquería con dos o tres coches oficiales,comen de gratis y están fuera del mundo real, ya ni siquiera se preocupan de saber lo mínimo de su puesto de trabajo y prefieren inventarse o dejarse llevar por la ignorancia e improvisar. También les dedico este bello cuento a los políticos que defienden estas actitudes al grito de:”todos podemos tener un momento de ofuscación",Con dos cojones y olé!

1 comentario:

  1. Estos" INTELIGENTISIMOS y PREPARADISIMOS además de HUMILDES mandatarios nuestros, se dedican a matar no solo las ilusiones de los mas pequeños sino tb de sus mayores. Y de un pais que en general ha perdido su rumbo...

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