"Proclamo en voz alta la libertad de pensamiento y muera el que no piense como yo."

viernes, 8 de abril de 2011

Aburguesados Anónimos

Daniel se disponía a entrar a su reunión de aburguesados anónimos, un jueves más. Llevaba ya tres semanas tratándose su problema que tanto le había costado asumir.
-"Yo no soy un burgués",se había dicho tantas veces, hasta que aceptó la realidad.

Vio como siempre a todo el grupo.Lara con esas pintas de perrofláutica pero con todos los lujos que Papá,director de Oracle España,le pagaba sin dudar. Juan un trabajador de ONG, que después de ayudar tantas veces al prójimo, se dio cuenta que sin su Iphone no era nadie. Miguel estudiante de sociología de 33 años, concienciado con el medio ambiente pero que iba a comprar el pan con su coche. Y Vanessa una antiglobalización radical vestida a la última.

Una vez más, la terapia empezó con Alejandro, el psicólogo y antiguo aburguesado,invitándolos a hablar.
Empezó Daniel,como todos los otros días:"Hola me llamo Daniel y soy un burgués", dijo con rotundidad.
Le contó al grupo como a pesar de sus 27 años y su brillante curriculum seguía aguantando a un jefe inválido cerebral y seguía siendo becario después de 3 años en una multinacional. También les relató que tenía que vivir con sus padres y abuelos en una casa de 80m2 y que a pesar de lo injusto de la situación era feliz porque tenía sus necesidades básicas cubiertas(salía todos los fines de semana con sus amigos,tenía algo de dinero para alcohol,algún que otro juego de la play 3 y ropa para ir a la última).Como él decía futuro ninguno pero con clase!

Alejandro, el psicólogo le replicó,e hizo entender, que ese burgués tenía que salir de él porque ese aburguesamiento es el que provocaba que no tuviese ninguna expectativa de futuro a corto plazo y provocaba un conformismo preocupante.
Ahora le tocaba a Lara. Era la típica niña de papá concienciada con un mundo injusto y decidida a salirse de la sociedad mediante la tarjeta visa oro de su querido progenitor. Ella pensaba que no era una más,que era especial y que ella no tenía ningún problema. Vendió su idílica y surrealista manera de ver el mundo donde,según ella,el capital es el culpable de todo los males del universo y lo injusto de la situación en el tercer mundo.

-”tienes toda la razón", le espetó Alejandro "¿Pero no crees que es irónico que critiques lo que te da de comer y no hagas nada por cambiar el mundo?”
Lara se quedó bloqueada y algo indignada pero los demás la hicieron entender que su discurso era todo fachada y tenía que superarlo y aceptarlo.
-”Cielo”,le dijo Daniel,”estas aburguesada, acéptalo”.
El silencio se hizo protagonista y Lara bajo la mirada aceptando la realidad.
Todos contaron sus pequeñas taras existenciales y sus pensamientos más o menos liberales, pero todos en el fondo, estaban aburguesados.

¡Sí, como todos nosotros!
Tenemos conciencia social,estamos ciertamente indignados con un mundo injusto y cruel, pero nuestra generación se ha aburguesado. La generación perdida nos llaman.
¿Pero porqué?
Pues porque no nos ha faltado nunca de nada, porque no hemos vivido ninguna guerra y porque vivimos en una sociedad consumista y cada día con valores más supérfluos.
Aquí gana el que tiene el mejor coche y los mejores bienes. El vil metal es el nuevo dios. Hemos aceptado esta premisa. Como dijo una vez el gran Wyoming:”existe una vida mejor y nos la estamos pegando nosotros!”
Ahora el “paraíso” es la vida a todo trapo y con una billetera repleta de pasta.¡Esa es la verdad!

Es evidente que hemos sido unos privilegiados ya que nos ha tocado vivir una época bastante tranquila y estable, aunque ahora la estemos pagando,pero no hay que dormirse y que nuestros lujos burgueses nos confundan ya que esto juega en nuestra contra.
Hay que pelear como hicieron nuestro abuelos y disfrutar de lo que tenemos,que no es poco!
¡Y si no vete pidiendo hora: En Aburguesados Anónimos!

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